Aunque yo era muy pequeña, aún recuerdo que en ocasiones mi abuelo me dejaba pintar junto a él, e incluso me dejaba lienzos, los ponía en un caballete, me daba pinceles y pintura para sentirme como él, un artista. A veces incluso sobre el mismo lienzo que él estaba pintando me dejaba dar mis "pequeños toques artísticos". Recuerdo muy bien, cuando estaba en su taller y yo me encontraba rondando por ahí, me cogia y me preguntaba “¿Esto es arte puro o no?”, y yo le decía “arte puro abuelo, arte puro” y sigo pensando que todo lo que él ha hecho es arte en estado puro.
Esta página web es en cierta manera un lienzo en el que los dos participamos. Pretende ser un pequeño homenaje a la obra pictórica y escultórica de mi abuelo, que fue muy prolífico. No es ni mucho menos una recopilación exhaustiva de su trabajo, de hecho, todavía quedan muchísimas piezas por catalogar, pero sí que ayuda a ver de un vistazo lo diversa que era su actividad artística. La idea es poder hacer accesible a un público general y en particular a nuevas generaciones, su trabajo. Sus fuentes de inspiración y sus temas fueron variados, pero sí que tenía especial predilección por la figura del Quijote, el mundo del toreo y las águilas.
Muy reconocido en su época, espero que esta página web sirva como testimonio y legado de un gran artista. ¿Es esto arte puro o no?
Ángela Teno
El Triunfo de los Quijotes de Aurelio Teno
Exposición de Aurelio Teno en las galerías del Cardenal Salazar
Aurelio Teno en el Patio de los Naranjos de la Mezquita de Córdoba
Las edades de Teno
Aurelio Teno Teno nace en Las Minas del Soldado, en la comarca de los Pedroches, y siendo aún niño se traslada con su familia a Córdoba. En 1936 empieza a trabajar como aprendiz en el taller del escultor imaginero Amadeo Ruiz Olmos, adquiriendo conocimientos en la talla, estofado y policromía. En el año 1939 ingresa en la Escuela de Artes y Oficios, donde estudia Dibujo y Pintura durante tres años. En 1946 se forma en un taller de platería para conocer las diferentes técnicas del cincelado, grabado, repujado y filigrana. Se introduce como aficionado en el mundo taurino cordobés, cuyos temas serán constantes en su producción artística.
Se traslada a Madrid, donde estudiará Dibujo y Pintura en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando. Durante esta época frecuenta los círculos artísticos madrileños y asiste habitualmente a tertulias. También dedica tiempo a realizar trabajos de orfebrería.
Se instala en París y completa sus estudios en l´École de Beaux Arts, formándose sobre todo en las técnicas del grabado y la litografía. En esta etapa frecuenta los círculos culturales y artísticos parisinos, estudia a los maestros contemporáneos y se relaciona con artistas como César o Giacometti. Es aquí donde comienza a fraguar su lenguaje artístico dentro de la contemporaneidad, haciendo incursiones pictóricas en el abstracto, pop-art, informalismo y expresionismo, con interesantes logros en el collage, del que siempre hará uso.
Regresa a España, instalándose primero en Madrid donde expone en el Ateneo. Descubierto por la firma de arte y diseño danesa Georg Jensen, es invitado a exponer sus obras en su galería de Copenhague. Esta muestra constituyó un rotundo éxito y tuvo gran difusión en los países nórdicos. Se traslada al Molino del Cubo, en la Sierra de Gredos, Ávila. En 1966, avalado por la Galería Georg Jensen, obtiene el Premio Diamond International Award, considerado como la distinción más importante en la joyería mundial.
Levanta el monumento al Quijote en el Kennedy Center de Washington, tras haber competido con Salvador Dalí y José de Creeft. Empieza su proyección artística internacional. A partir de este instante el personaje de Cervantes será un motivo esencial y recurrente en sus creación artística. En 1980 inaugura el segundo monumento a Don Quijote en Buenos Aires. Entre los años 1984 y 1997 viaja por América, con estancias en Montevideo, Miami, Washington Caracas y Buenos Aires, entre otros lugares, impartiendo seminarios, conferencias y talleres en universidades y escuelas de bellas artes, a la vez que realiza múltiples exposiciones.
Regresa a Córdoba, donde adquiere y restaura el monasterio de Pedrique en el término municipal de Pozoblanco, instalando allí su casa taller. Es una etapa fecunda para sus creaciones, sobre todo las religiosas y místicas, relacionadas con Cristos, monjes y eremitas. Sus últimas obras estuvieron dedicadas a la Tauromaquia, otro tema habitual en su producción. Fallece en el año 2013, en Córdoba, dejando un importante legado artístico en escultura, pintura y orfebrería.
Surge por la necesidad de crear, motivado por algo exclusivo que descubre a su alrededor. En cosas sencillas adivinaba la armonía y la belleza que el tiempo había dejado en ellas. Así pues, un fósil, un mineral resplandeciente o una rama seca, era el pretexto para que, a través de un proceso intelectual, adaptara las formas caprichosas que la naturaleza le brindaba y lo materializara en una novedosa y sorprendente figuración expresionista.
A medida que su vida avanzaba, la inspiración corría pareja a su formación y conocimiento, nuevas técnicas van surgiendo y cambian los temas recurrentes en su trayectoria artística. Nacen los toreros tristes de su adolescencia, los poderosos toros, como él solo puede recrearlos, porque nacen de una verdad sentida y vivida con esfuerzo desde siempre y para siempre.
La inspiración va acompañada del estudio y la observación del entorno, basta con que se instale en plena naturaleza, el Molino del Cubo, para que salgan de sus manos una zoología única, de águilas, búhos, lechuzas, cabras y caballos con la estética brava e inconfundible de su personalidad.
El Quijote para Teno es como un sueño triunfal hecho realidad, lo convierte en su héroe y lo reproduce insistentemente hasta la saciedad. Inventa un prototipo dotándolo de una nueva humanidad, dolorida, abierta y rota, con una estética que roza el esperpento combinando figuración y abstracción, siempre dinámica, salvando obstáculos en ascensión hacia el infinito como un canto a la libertad.
Y siguen los cambios con la inspiración renovada en Pedrique, Teno atormentado, mágico y místico. Aparecen los terribles Cristos, monjes y santones que vuelven del pasado, tallados en viejos olivos, en bronces o plasmados como frescos desconchados sobre imaginarios muros.
En la pintura refleja en el pop-art a personajes de nuestra Historia como Mío Cid, Pedro el cruel, Felipe II, Don Juan de Austria… A veces recurre a Velázquez y Goya presentando coloristas y enigmáticas meninas y manolas. Así como en otras composiciones aparece contestatario y rebelde criticando de forma contundente a la sociedad de nuestro tiempo.
Ecologista y libre, la fuente de su inspiración brota de la naturaleza, llevando la temática elegida a su rudo, profundo y áspero terreno por medio de una gran técnica para mostrarnos creaciones exclusivas del arte contemporáneo, tan originales y poderosas que convierten a Teno en uno de los grandes maestros del expresionismo español.
Cristóbal Cordero. Licenciado en Historia del Arte
Después de su formación española en Córdoba y Madrid, Teno se adentró hacia 1958 en la vanguardia parisina absorbiendo todo lo que brotaba a su alrededor, allí empezó su verdadera trayectoria artística con un discurso y un lenguaje cada vez más personal, contemporáneo y universal. En este ambiente, hace incursiones en los movimientos que se están produciendo en ese momento, como el abstracto, informalismo, dadaísmo y expresionismo, éste último será el vehículo ideal, según su apasionado temperamento, para realizar sus invenciones pictóricas y escultóricas a medio camino entre figuración y abstracción.
En consecuencia Teno, sin olvidar la raíz y el bagaje cultural español, es un producto típico de lo que podríamos llamar de la escuela de París, cultivando en libertad y sin complejos los diseños y temas que su brava sensibilidad le proponía, teniendo en cuenta, entre otros, a César o Giacometti cuya producción artística tenía ante sus ojos y con los que se relacionó. Algunos críticos asocian las obras de Teno con las de Francis Bacon.
No se puede separar en el análisis de sus obras la fusión de la pintura y escultura, una es consecuencia de la otra recreadas con virtuosa técnica, con la variedad y el colorido de los materiales. Por una parte oxida el bronce, chorrea de esmaltes la plata, policroma la madera o inserta minerales en las esculturas para acercarlas a la policromía, sin embargo en la propia pintura superpone materiales como tierra, cemento, cartón, papel…, bajo el color y ahonda provocando el relieve o tercera dimensión, llegando a ejecutar las originales esculto-pinturas adheridas al pop-art.
La elaboración de sus obras manifiestan que parten de un lenguaje muy personal con resonancias barrocas, solamente existe un Teno, el de las esculturas rotas, ahuecadas, tensas y dramáticas, saliendo de un letargo a través del grito profundo de la tierra en busca de la resurrección. Sin embargo en la pintura, a veces, aparece sobre la figuración principal otras complementarias que captan un mensaje soterrado por el artista, enriqueciendo sobremanera la doble representación plasmada sobre el plano.
Destaca en su producción la escultura-orfebrería, materializada en una resplandeciente y mágica galería de águilas, princesas, monjes, toreros y quijotes, obras labradas en plata con esmaltes y minerales, integrados con tal perfección y repujados con tanta vida que solamente un artista de la categoría de Teno es capaz de lograr. En cuanto a las joyas, están concebidas como pequeñas esculturas diseñadas con el mismo interés y empeño.
Cristóbal Cordero. Licenciado en Historia del Arte